Las opiniones de hoy, nos proponen elegir una visión post pandemia entre dos orientaciones posibles, uno promisorio con transformación de los modelos económicos y otro donde se potencian o profundizan las tendencias presentes.
Para eso una mirada del contexto internacional puede dar una pista en el corto plazo y, en el terreno más escéptico.
La transición de poder de occidente a oriente nos obliga a corregir un tema político/cultural “Tenemos un fenomenal desconocimiento de China” he históricamente no fuimos expertos en leer correctamente los factores de poder con los que lidiamos y nos aliamos consecuentemente.
Estamos ante un mundo donde las armas nucleares acumuladas son equivalentes a un millón de Hiroshima y Nagasaki y los centros de poder ya no solo pasan por los estados sino también por el entramado de actores no estatales (factores económicos influyentes).
Mientras, somos espectadores de una tensión que la pandemia agudiza entre los Estados Unidos de Norte América y China, también dirigir la atención a saber qué pasa con sus aliados respectivos. Especialmente para américa latina los márgenes, se limitarían y deberíamos tener una ruta muy clara.
La transición nos afectará mucho con niveles de proteccionismo en un mundo con procesos de regionalización.
¿Lograremos valorar los activos de valor por lo menos en América del Sur mientras nos fracturamos más, en el momento menos oportuno? … Con Las Naciones Unidas adoleciendo poca credibilidad y eficacia al igual que el G20 y la OEA, como el COVID lo demuestra.
Latinoamérica, que contaba a Argentina entre sus naves insignia es cada vez menos gravitante y más vulnerable, retrocediendo a niveles históricos en la participación en las exportaciones mundiales, en propiedad intelectual internacional (investigación y desarrollo), igual pasa en el interior de sus países donde creció la desigualdad social, y una fuerte caída en la industrialización de sus fuerzas productivas.
En América latina entre los años 60 había grupos privados, en su mayoría argentinos, con gran Influencia financiera, hoy desplazados por México, Colombia y Chile; ahí podríamos estudiar cuáles son los intereses que se generan entre ellos, un tema poco visibilizado, salvo por algunas agrupaciones gremiales empresarias.
¿Se podrá dejar de lado a rivalidad política entre Argentina y Brasil y para actuar en forma conjunta, como frente regional de intereses económicos y de desarrollo?
Argentina debe repensar su mapa de ruta regional y concentrarse en el largo plazo más allá de quienes estén en los gobiernos
Frente a esta hipótesis los desafíos serán inmensos, sin consensos en política exterior nuestra presencia se vuelve muy débil, los países que logran avanzar tienen la capacidad de buscar UNA GRAN ESTRATEGIA de la mano de la diplomacia y la defensa.
Con una CELAC poco significativa, una UNASUR que ya no tenemos, nos preguntamos sobre PROSUR y MERCOSUR, sobre un faro iluminador como tarea post pandemia.
La política internacional de nuestro país igual que la nacional parece transitar un camino estrecho y peligroso, hasta estos días con algunas certezas, bien, pero no es suficiente. Hay que debatir todavía problemas estructurales y coyunturales, buscando, aunque sea unos pocos acuerdos.
Hablando de naves se firmaron convenios entre el Astillero Río Santiago y el Ministerio de Seguridad.
La ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, junto con el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia de Buenos Aires, Augusto Costa, y el presidente del Ente Administrador del Astillero Río Santiago, Ariel Basteiro, firmaron un Convenio Marco de Colaboración entre esta Cartera y el astillero ubicado en la ciudad de Ensenada, Buenos Aires, impulsando trabajos y espacios conjuntos en las áreas de la tecnología, espacios físicos estratégicos y asistencia técnica-operativa.
Ariel Basteiro explicó: “estamos trabajando con distintos organismos y ponemos a disposición toda nuestra capacidad para el fortalecimiento del Estado. Progresivamente estamos sumando distintos sectores productivos del Astillero Rio Santiago, que en estos meses se destacó por los trabajos vinculados a la emergencia sanitaria. Esto que firmamos hoy es un paso que nos permitirá volver a trabajar para el ministerio de Seguridad, para que sus fuerzas puedan mejorar y garantizar la seguridad en toda la costa fluvial y marítima”.
El convenio tendrá en principio, una duración de dos años
Además, en el mismo mes, se firmó el contrato de finalización de obra de las lanchas de instrucción LICA junto al ministro de Defensa, Agustín Rossi, al ministro de Producción, Augusto Costa y el jefe de la Armada Argentina, Julio Guardia.
Es una inversión que demandará alrededor de 80 millones de pesos específicamente para el astillero Río Santiago, y 20 millones de pesos para el astillero Tandanor (encargado de realizar una parte del eje de la lancha). Estamos hablando de una inversión de 100 millones de pesos, y de unos 500 trabajadores que involucrará la terminación de las lanchas.
La LICA es una lancha de instrucción para cadetes, construida en acero naval, proyectada para dar instrucción segura en el mar y permita adiestrarse en el ambiente marino en navegación básica y avanzada, control de averías, reaprovisionamiento en el mar en una plataforma segura y robusta.
La historia nos llevó de nave insignia a barquito de papel, y la lectura del mundo a un astillero en Buenos Aires, ¿podremos diseñar un derrotero que nos vuelva a hacer dueños de un puerto más amigable y seguro?
Soy Ernesto García, buscando verdades entre la voz y la palabra en RADIO CONSUMER P, tu opinión también importa.
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