El presidente de la Nación arrancó benignamente conciliador, y más que agradable.
Y tal cual «los tipos de fuerza existentes», pasó de la estática a la dinámica, a la casi explosiva, a la de la resistencia, hasta llegar a serenarse en una suerte de fuerza relativa, relajarse y despedirse en solo los últimos minutos de su exposición. Una brillante concurrencia de accionar físico.
Demostró cierto o todo su temperamento, casi al cierre de su exposición.
En un tono de voz más elevado y agudo y tras anunciar que había tomado su gobierno con un 54% de inflación y tras reconocer que la inflación ha crecido y que se trata de un problema «enorme», preguntó; ¿Alguien les pidió un centavo para hacer obras públicas? (…) ¿alguien los mando a espiar? (…) ¿alguien llamo a un juez para que los persigan?(…) Alguien uso la Afip para que se metan en las empresas de aquellos que nos critican? Yo los desafío porque la respuesta de ustedes siempre va a ser «No»… (…) Y recurriendo a la Institucionalidad, volvió con una interrogación; «¿por qué no tienen en cuenta todo eso?»
Tras expresarlo mostró datos que eran imposibles de negar en ese momento;
“Miremos algunos números a partir del piso de la pandemia, que muestran el vaso medio lleno. Todas las curvas van para arriba, incluso en comparación con 2021 o 2019. Hubo recuperación de la actividad económica e industrial; récord de producción de gas y petróleo; aumento de exportaciones y de empleo industrial. La inversión real del segundo trimestre de este año llegó a 23,3%. Desde 2007 la Argentina no tenía tres años consecutivos de alza del PBI, como ocurrirá a fin de 2023 (10,4%; 4% y 2%). Tenemos un problema terrible con la inflación y debemos seguir trabajando para que se consolide una desaceleración. Así podremos garantizar una mejor distribución del ingreso y una sociedad más igualitaria.” (…) Construcción; de agosto de 2021 al mismo mes del 2022, creció 7,3%, gas, 18%, petróleo, 52% un año tras otro. Automotrices, 88,5% a septiembre de 2022, desde igual mes de 2019, exportaciones, de 60 mil millones de dólares en junio de éste año, llegarían a los 90 mil millones de dólares a fin de año, y aseguró que existe una recuperación del empleo registrado en la industria con 92 mil puestos de trabajo desde diciembre de 2019 a la fecha, puestos de trabajo que llegan a 1.3 millones desde julio de 2020, donde 400 mil son empleos privados (me pregunté si el resto eran empleos públicos!). Respecto a inversiones, la tasa fue del 22,3% en el segundo trimestre de este año, la mayor en los últimos 29 años» (…) … la inflación, expresó «viene paulatinamente descendiendo».
Datos esgrimidos por el Presidente que sin embargo, no contrarrestan otros tantos datos reales que a su vez demostraron en las jornadas de tres días de Coloquio grandes especialista y economistas reconocidos, cuando indudable y explícitamente dejaron ver el deterioro y el impacto sobre la calidad de vida en la Educación, en las Finanzas Públicas, en reglas de Juego Institucionales, en La Justicia y en la Política, entre otros temas. Y que hablan además de una pésima burocracia y una mala administración.
El Presidente de los argentinos cerró aun así, tras mostrar cada dato, con un mensaje comprensivo y de acercamiento. “tenemos que ser lo suficientemente inteligentes para no volver a lastimarnos”.
Por mi parte, como concurrente y periodista, asumo que por lo general es Imposible quedar bien con todos, o quedar mal a medias.
Hubo en su discurso, críticas a Macri («una gran desilusión con una economía desarticulada»), entendibles, aunque es preferible plantear el presente con compromiso y empezar de una vez por todas a razonar el futuro, de hecho, los gobernadores presentes en este Coloquio, avientan en mucho cualquier posibilidad a Macri, sin dudas, lo mismo que para el propio Presidente para las elecciones de 2023.
Y si bien todo es cuestión de un juego de interpretaciones, hubo además por parte del Presidente críticas, acaso, ¿al centro de su propio gobierno?; “dejar de lado a los intolerantes… a mí a veces me dicen, vos sos un débil” “Y no quiero ni la prepotencia de los soberbios ni el coraje de los mercenarios”…
La cita así, escuchada, me obligó a preguntarme en ese momento, ¿era solo para algunos empresarios lo que decía? ¿O estaba dirigido al seno del Gobierno?
Razón por la cual, una critica indirecta a un sector de quienes lo acompañan y desacompañan, y ásperamente al opositor, al mismo tiempo que hacia a los empresarios sentados en frente, corre el riesgo de concluir en ambigüedades que ponen a tambalear el equilibrio de la lógica funcional.
Claro, no debe ser fácil.
Sin embargo, lo positivo es que el Presidente se presentó en el Coloquio, lo mismo que el año pasado en Costa Salguero, lo que jamás hizo ni Kirchner, ni Cristina.
Lo que fue difícil de digerir para el empresariado, pasó más por las filminas demostradas por parte del Presidente, donde parecía explicar un país en el que nadie está viviendo y donde sin embargo, y por lo que el Primer Mandatario aseguró, se trataba de «datos oficiales».
No concurrieron en esos datos, realidades tales como que aun no se ha finalizado el gasoducto mientras compramos gas, que se inauguran obras en la Provincia de Buenos Aires abandonadas tras el corte de cintas, que el costo impositivo para la formalidad económica es altísimo, casi uno de los mas altos del mundo, que las inversiones aun son más que escasas, que la inseguridad jurídica y los cambios permanentes de reglas de juego nos aíslan del mundo a diario, desalentándonos, que la burocracia extermina las ganas de los emprendedores, que jubilarse tras 30 años ya no es un hecho solidario sino injusto, que las medidas para impedir la inflación han sido insustanciales, que agotamos un país sin crédito, que desde hace décadas se agrava la situación de gente que vive del estado sin trabajar, en lo material y peor aun, en lo cultural. Que…
Mas de uno tuvimos la misma sensación, cuando lo escuchamos poco antes a Capitanich hablando de las cifras de Chaco, que para quienes hemos recorrido esa provincia, resulta inexistente por no decir increíble, la explicación del Gobernador.
Esa fue, aunque nadie duda de los datos del Presidente de la Nación, la mágica contradicción de la economía contra la realidad humana. La matemática como ciencia creada por el hombre, sin dudas, resulta más de una vez, imperfecta. O al menos, de libre interpretación.
De regreso cada uno a su lugar, un joven periodista me preguntó; ¿Entonces nos pasamos 3 días manejando datos al pedo, porque la verdad es la que mostró en las filminas el Presidente y en argentina está todo creciendo?
«Vas a tener que cubrir varios Coloquios y rogar que los Presidentes vengan, para llegar a una respuesta que te convenza con los años», tuve que responder, aunque en verdad, ya no tenía ganas de seguir conversando.
Digamos que el Presidente concurrió y eso es importante. Que finalmente incorporó la necesidad de los consensos y el diálogo, y eso también es prioritario.
Y digamos que al parecer observa de idéntico modo que cada Presidente que lo antecedió, otro país desde ese gran mirador de altura que es Balcarce 50, tema para los argentinos desesperante y desconcertante.
Al parecer, todo el sistema político es un gran espectador, de lo que la sociedad hace, incluyendo al poder Legislativo.
Aun así, las palabras conciliadoras del Mandatario finalmente, como las de las autoridades de IDEA, y como un ejemplo paradigmático, las de Ricardo Pignanelli y Gerardo Martínez orientados hacia una reformulación sindical proyectada sobre posibles cambios, abren una expectativa dialoguista, lo que no es poco para cada uno de nosotros. Sorprendieron a muchos.
Argentina tiene todo y como estamos, resumimos muy poco, y perdemos demasiado.
Reconocernos en la responsabilidad, es un paso. No es el actual el peor Gobierno que hemos tenido y lo mismo que en las ultimas décadas, esta lejos de lo que los argentinos nos merecemos y esperamos.
Patricia Bullrich, Manes, Lavagna, Melconian, Milei, Santilli, pasaron por el Coloquio como un refusilo, con las reuniones y los tiempos justos, no pisaron el plenario general.
Esto se vivió en el Coloquio 58° de IDEA; un Coloquio sencillamente necesario, donde los pasillos políticos, empresarios y periodísticos, dicen más, mucho más de lo que se ve.
Yayo Hourmilougue.
58° Coloquio IDEA, Mar del Plata. 15 de Octubre 2022.