56° Coloquio IDEA: “Qué país queremos ser”
Afirman que la crisis generada por la pandemia demanda una necesaria articulación de empresarios y componentes de la economía popular para revertir esta dura realidad
Buenos Aires, 15 de octubre de 2020 – El rol protagónico del empresariado y su acercamiento a la comunidad, junto a un perfilamiento más productivo de la economía popular y la necesidad de alejarse de la estigmatización de los sectores más vulnerables, constituyen ejes claves para construir una agenda más virtuosa en la lucha contra el drama de tener un 40,9% de índice de pobreza en la Argentina.
Así lo consignaron referentes del sector empresarial, social y educativo en el marco del panel “Agenda para una Argentina con medio país en la pobreza”, realizado en el marco del 56 Coloquio IDEA.
“Los empresarios tenemos la responsabilidad de ser protagonistas con lo que sabemos hacer. Hay un compromiso específico de desarrollar colaboraciones con la comunidad, y en cada acción debemos pensar la situación que vivimos. El poder que tenemos está en el espíritu de hacer”, dijo la directora de IDEA Verónica Andreani.
Esta agenda ya tuvo un punto de inflexión, según la mirada empresarial, con la experiencia positiva que significó la tarea solidaria y de asistencia generada con el proyecto #SomosUno, donde se trabajó con rapidez y excelencia en la llegada de más de un millón de cajas de alimentos a sectores muy necesitados.
Sin embargo, advirtieron que el fuerte avance de la pandemia sobre los sectores más humildes también generó un “lado B”, de fuerte estigmatización de los sectores más vulnerables, con “un avance preocupante de un discurso de odio, donde se estable de quien es la culpa de esta crisis y que desnuda que existe racismo sin que nadie sea racista”, indicó en el panel el sociólogo Nahuel Sosa.
También se planteó el escenario donde se justifica esta crítica mirada con la falsa opción de que “al empresario no le importa el pobre”.
“Nada de esto es así, porque Somos Uno demostró el compromiso por la acción inmediata ante las necesidades de los que más necesitan, y también expuso cómo se pueden hacer grandes y efectivas tareas con un gran compromiso colectivo, y despojarnos de todos tipo de protagonismo individual”, sostuvo Andreani.
En ese escenario, Alejandro “Pitu” Salvatierra, miembro del Instituto Villero de Formación, quien calificó de “angustiante” la situación creada por la pandemia en los barrios más populares, graficó este hecho con el dato concreto de que el “50% de estos sectores trabaja al día, y si no trabaja, no come”.
Salvatierra valoró la ayuda recibida por el empresariado a través de #SomosUno y planteó como un escenario necesario para comenzar a salir de esta crisis laboral que “la clase media se ponga nuevamente de pie, porque si ellos se activan, comienzan a trabajar aquellos que tienen oficios y nuestras mujeres también pueden volver a sus trabajos en las casas, que aunque sean trabajos informales, reactivan a todos”.
La importancia de la denominada economía popular fue valorizada por Sosa, quien la definió como “innovadora y creativa”, porque “son excluidos del trabajo formal que se reinventaron con su propio trabajo, y en un sector muy importante porque producen y activan el consumo”.
Desde ese sector, Salvatierra coincidió con Sosa, pero abrió aún más el juego y propuso la necesidad de entablar un puente de dialogo con los empresarios para que las iniciativas de este sector tengan un futuro de crecimiento a partir de saber las necesidades de aquellos que invierten en adquirir productos o bienes que generan desde estas iniciativas laborales.
“Necesitamos que este esfuerzo productivo sea sustentable y son las empresas las que pueden decirnos cuál es el camino más rápido y eficaz también a partir de sus necesidades. Ellos pueden acércanos a las cadenas de valor. Necesitamos que los empresarios nos digan donde hay que poner el foco. Ayudarnos mutuamente”, enfatizó Salvatierra.
También sumó la necesidad de que este sector marque el camino sobre donde poner el foco de la formación de los jóvenes, que muchos se proyectan en talleres de oficios que se generan en los propios barrios más humildes.
“Nosotros tenemos que salir de los prejuicios, generar encuentros, puentes de dialogo, escucharnos mejor, ser empáticos y ponernos en el lugar del otro”, dijo Andreani.
Asimismo, planteó que es muy importante que el Estado garantice una educación igualitaria y subrayó como un dato muy grave la realidad de que 13 millones de personas no tienen en la Argentina el secundario finalizado.
“El futuro es que todos puedan acceder a la educación”, remarcó la empresaria, y sumó: “Hay que sostener además el valor del esfuerzo, porque el esfuerzo individual puede ayudar al colectivo, y así crecer definitivamente”.
También Salvatierra valoró la importancia de la educación y allí volvió a poner en el centro la problemática de la brecha digital y la imposibilidad de los sectores más humildes de acceder a una buena conectividad que permita una mejor formación y acceso al empleo.
En tanto, Sosa planteó la necesidad de reconocer que “la pobreza existe” y que necesita de todos para resolverla, y señaló que una factible y productiva salida es la construcción de viviendas populares que sirven para superar el déficit habitacional, y descomprimir las ciudades.