Brindar es bueno, mirarse mientras lo hacemos, sabrás, es mejor. Abrazar es sinónimo de abrazarse uno mismo.
Aunque sepamos que bajar la persiana de un capitulo para iniciar otro, desde el 31 de diciembre al 1 de enero, nada va a cambiar, creemos que sí. Necesitamos hacerlo.
El coronavirus nos puso al descubierto, enfermó y mató. Somos vulnerables. No solo a un virus, sino a tantas debilidades. Si fuésemos lo suficientemente inteligentes, sabríamos que ya nada va a ser igual. Advertiríamos que fue una gran oportunidad para valorar lo que más nos importaba, estar cerca. ¿Ves a ese amigo que te llamó, a ese padre al que buscas solo para charlar banalidades algunos momentos o cuando él te busca, a esas chiquititas que corren a tus brazos?… Acaso eso sea solo lo más importante del pasar por aquí.
Podríamos haber aprendido que desde ahora, abrazar a quienes amamos dependerá del cuidado con que nos prevengamos.
Ya nada va a ser igual, aunque la vacuna salve vidas, la lección fue poderosa. Eras libre de andar, un virus te ha dicho que desde ahora, podes hacerlo solo como él quiere. Un virus que no piensa, que solo trata de multiplicarse. Pero dependiendo de quienes somos cada uno, hasta podemos ilusionarnos con que unas cuantas cosas pueden ser mejor.
Permitime regalarte algo; Creer en vos mismo. Valorarte.
A partir de ahí ¡Cuánto más, podríamos hacer juntos!
Hasta el año que viene. Hasta 2021. Hasta el abrazo, hasta el entendimiento arduo de cada palabra honesta. De cada significado. Hasta sacar y volver a plantar lo que nos pasa dentro del cuerpo, no importa lo que dure, esa raíz de cada cambio real.
Que este 2021 no sea lo que deseas, sino justicia por tu esfuerzo, lo que ya es mucho pedir.
Hasta tu propio Año Nuevo.
Chau.
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