La Foto en nuestra Plataforma es de 1876, Palermo, Bs. As.
El caserón de Juan Manuel de Rosas fue el centro del poder durante muchos años. Finalmente fue dinamitado. En el principio, ya siendo gobernador de Buenos Aires, Rosas fue adquiriendo una importante cantidad de hectáreas en la zona del actual barrio de Palermo donde edificó su residencia. Se mudó en 1838 y la habitó junto a su hija, hasta 1852, cuando debió exiliarse en Gran Bretaña.
Estaba ubicado en la actual Av. Del Libertador y Sarmiento hasta el río, sobre el arroyo Maldonado, hoy Av. Juan B. Justo. Después de Rosas, fue sede del gobierno de la Confederación. La casona estaba rodeada de amplísimos parques, con una rica variedad de árboles y plantas, un lago artificial, glorietas, bustos de mármol, una especie de zoológico y una capilla dedicada a la Purísima Concepción. Los habitantes de la época podían acceder a dicho parque libremente. La casa de estilo colonial era un inmenso rectángulo de planta baja con cuatro torres en los vértices formando un cuadrado de 78 por 76 metros. Mampostería de ladrillos, rejas de hierro y madera de excelente calidad fueron los materiales utilizados. En su interior no había gran lujo. Sí calidad, austeridad y una sobria decoración. No faltaban los cortinados de seda roja, muebles de caoba, espejos, iluminación con faroles de aceite, un piano, alfombras, estufas y una gran biblioteca. Para 1851, la entrada estaba pavimentada y contaba con un servicio de transporte.
CAIDA, CONFISCACION Y DECADENCIA. – El 3 de febrero de 1852, el llamado «Ejército Grande» liderado por Justo José de Urquiza, junto a tropas de Brasil y Uruguay, venció a Rosas en la batalla de Caseros. Urquiza triunfante ingresó a Buenos Aires, se hizo cargo de la Confederación, se instaló en la residencia y decretó la confiscación de todos los bienes de Rosas. Sin embargo, Urquiza no permaneció mucho en Palermo, un año después, debido a la secesión de Buenos Aires, se trasladó a su provincia y gobernó desde San José.
El caserón de Palermo se mal usó como cuartel militar y fue víctima de saqueos. En 1858, sirvió como sede de la Primera Exposición Agrícola Ganadera del país. En 1865, el presidente Mitre ordenó que la ocupara una sección del Ejército para la formación de oficiales. En 1869, el presidente Sarmiento decretó la creación del COLEGIO MILITAR DE LA NACIÓN con sede en la casona de Palermo. Se inauguró en julio de 1870, tras las reformas correspondientes. En 1874, Sarmiento, pocos meses antes de dejar la Casa Rosada y tomando como modelo los grandes espacios verdes europeos, logró que el Congreso sancionara una ley para denominar «Parque 3 de Febrero» a toda la extensión de tierras que ocupara la residencia de Rosas. El 11 de septiembre lo presentó oficialmente el presidente Avellaneda en un masivo acto que contó con la presencia de «lo más selecto de la sociedad» según la crónica de la época. El Colegio Militar funcionó en la casona hasta 1892. Luego fue asiento de la Escuela Naval hasta 1898.
DINAMITACION Y FIN.- El 3 de febrero 1899, el intendente de Buenos Aires, Adolfo Jorge Bullrich, durante la presidencia de Julio Argentino Roca, decidió terminar con cualquier lugar que recordara a Rosas y dinamitó la casona. Concurrió una gran cantidad de público para seguir los acontecimientos desde sus carruajes. Entre otros, se encontraba el embajador de los Estados Unidos, William I. Buchanan, quien recibió de parte del intendente un bastón de recuerdo hecho con madera del famoso «Aromo del Perdón», donde Manuelita Rosas le pedía clemencia a su padre a favor de algún condenado.
En los próximos años, el PARQUE 3 DE FEBRERO se fue enriqueciendo de la mano del paisajista Carlos Thays. Durante todo el S.XX, el lugar donde estaba la morada de Rosas fue “custodiado” por dos enormes estatuas: Una de Sarmiento (realizada por Rodin e inaugurada en 1900 bajo la presidencia de Roca) y otra de Urquiza (inaugurada en 1958 bajo el gobierno de la «Revolución Libertadora»).
Pero en 1999, durante el gobierno de Menem, se instaló una estatua en honor a Rosas. A partir de 1985 un grupo de arqueólogos encabezados por Daniel Schávelzon y Jorge Ramos, con la intención de recuperar parta de nuestra historia, realizaron una serie de excavaciones en el lugar donde estaba el caserón, y encontraron restos arquitectónicos consistentes en pisos de ladrillos y baldosas, paredes y diferentes objetos de esa época.
En 2013, hallaron parte de los baños de la residencia.
Archivo Historiográfico de la República Argentina, 1860-1930
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