Acompaña a Luis Tarullo:
Un fenómeno extendido en la Argentina pospandemia es la necesidad imperiosa de incorporar entre las opciones de vida y como desarrollo laboral la alternativa de idear emprendimientos en las actividades más diversas. Y están aquellas que van desde el uso de aplicaciones tecnológicas para vender productos de indumentaria, diseño o servicios personales desde la comodidad del hogar, hasta los tradicionales locales gastronómicos en espacios muy creativos y singulares. Pero ¿en qué contexto emprendemos? En todos estos años, muchas teorías han tratado de explicar que es un emprendedor. Y ponemos foco en la persona, en el producto o en el entorno sociopolítico necesario para que se produzcan estas iniciativas.
Según Global Entrepreneur Monitor (GEM), para que se desarrolle una buena actividad emprendedora deben considerarse ciertos elementos: -Condiciones generales del país. -Condiciones atractivas para el desarrollo de emprendedores. -Crecimiento económico nacional. -Dinámica de los negocios. -Oportunidades de negocios. -Capacidades emprendedoras. Tener una buena idea, alguna habilidad técnica o conocimientos tecnológicos no alcanzan para habilitar como emprendedor.
Por lo tanto, no son artesanos, artistas o inventores. Son personas capaces de utilizar herramientas de conocimiento para construir la estructura organizativa específica para idear un producto o servicio que sea valorado por el mercado. En términos poéticos sería alguien que construye sus sueños en un contexto de incertidumbre. En esa lógica de inicio se puede emprender por oportunidad o por necesidad, Se entiende a los del primer grupo como aquellos que han detectado un área fértil en el mercado que ellos pueden cubrir y capitalizar.
En cambio, los segundos se involucran cuando no encuentran ninguna otra alternativa de subsistencia para superar crisis coyunturales. Hay diversos perfiles de emprendedores según el mercado en cual actúan: Científicos tecnológicos, Digitales, Diseños Creativos, Consultorías, Gastronómicos, Comercios y Sociales.
La otra pregunta fundamental es ¿cuáles son los recursos que necesitamos para iniciar un emprendimiento? El dinero no es el único recurso necesario para financiarlo, tampoco es el más importante. Deben considerarse cuatro fuentes de fondeo: Capital Institucional, Capital Humano, Capital Financiero y Capital Social. El emprendedurismo tiene básicamente tres episodios. Comprendido el desarrollado aquí, puede avanzarse en los otros dos: la idea que se convierte en un proyecto y planificación para avanzar.
(*) Jorge O. Caravajal es Capacitador de Emprendedores-
Audio Luis Tarullo-
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