Acompaña a Luis Tarullo:
El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, convocó a la comunidad arquidiocesana a unirse a la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación y anunció la constitución de la primera «ecoparroquia» en esa provincia.
Se trata de la parroquia San Vicente Ferrer, de Godoy Cruz, a partir de la cual se invita a todos los templos del departamento a transformarse en «ecoparroquias».
Ese edificio marcó la diferencia en cuestiones ambientales cambiando la luminaria de la iglesia a luces LED, con la incorporación de mobiliario fabricado con plásticos reciclados, la colocación de un contenedor de recepción de Botellas de Amor y Puntos Verdes en diversos sectores. Además, se incorporó al programa de cálculo de la Huella de Carbono que lleva adelante la Dirección de Ambiente y Energía para trabajar articuladamente con el municipio y «continuar sumando acciones como es, prontamente, la colocación de paneles solares en el edificio», informó AICA.
La Iglesia católica sigue de esta manera con su accionar en defensa del medio ambiente, que tiene variados y numerosos antecedentes.
Recientemente hubo en Buenos Aires un encuentro con activa participación del grupo Estocolmo+50, en el que se abordó la agenda climática mundial y las acciones de protección del planeta, a 50 años de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de 1972, que convirtió a la acción ambiental en un asunto mundial urgente.
Medio siglo después, planeta sigue enfrentando al menos tres crisis que amenazan su futuro: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación y los residuos, aunque hay otros males que afectan la prosperidad y el bienestar de la actual y las futuras generaciones. Y los riesgos son para la salud, la prosperidad, la igualdad y la paz de la humanidad.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, describió la emergencia planetaria como «la principal amenaza contra nuestra existencia», lo que exige entonces «un esfuerzo urgente y total para cambiar el curso de las cosas».
Uno de los continentes más atormentados por la crisis ambiental -y por las desigualdades económicas y sociales- es África, en el cual, como en todo el mundo, los niños son el estamento más vulnerable.
En su carta, tomando las palabras del papa Francisco, monseñor Colombo expresó: «Desde hace algunos años, celebramos esta Jornada de oración por el cuidado de la Creación, como ‘una oportunidad para cultivar nuestra conversión ecológica, una conversión alentada por san Juan Pablo II como respuesta a la catástrofe ecológica anunciada por san Pablo VI ya en 1970′».
Memoró que en la Jornada Mundial de la Paz 2010 «el papa Benedicto pedía renovar y reforzar la alianza entre ser humano y medioambiente como reflejo del amor creador de Dios, del cual procedemos y hacia el cual caminamos».
«En su mensaje, el Papa nos llama a escuchar ‘el dulce canto de la Creación’, cultivando una espiritualidad ecológica, formando con los demás seres del universo una preciosa comunión universal. No falta desgraciadamente, un coro de clamores amargos de consecuencias dramáticas», añadió.
Colombo destacó que “es la hermana madre tierra la que clama. A merced de nuestros excesos consumistas, ella gime y nos suplica que detengamos nuestros abusos y su destrucción. Son, pues, todas las criaturas las que gritan. A merced de un ‘antropocentrismo despótico’, en las antípodas de la centralidad de Cristo en la obra de la creación, innumerables especies se extinguen, interrumpiendo para siempre sus himnos de alabanza a Dios. Pero también son los más pobres entre nosotros los que gritan. Expuestos a la crisis climática, los pobres son los que más sufren el impacto de las sequías, las inundaciones, los huracanes y las olas de calor, que siguen siendo cada vez más intensos y frecuentes».
«Además, gritan nuestros hermanos y hermanas de los pueblos nativos. Debido a los intereses económicos depredadores, sus territorios ancestrales están siendo invadidos y devastados por todas partes, lanzando ‘un clamor que grita al cielo’. También nuestros hijos gritan. Amenazados por un egoísmo miope, los adolescentes exigen con ansiedad que los adultos hagamos todo lo posible para evitar o al menos limitar el colapso de los ecosistemas de nuestro planeta», aseveró.
Desde el 1° de septiembre y hasta el 4 de octubre se da el Tiempo de la Creación establecido por el Papa, como un período en el que las Iglesias particulares, parroquias y comunidades organizan espacios de reflexión y formación en la importancia de cuidar el don de Dios.
En ese marco, el prelado destacó el caso de San Vicente Ferrer para constituirla en «la primera ecoparroquia de nuestra arquidiócesis, que implementará en sus instalaciones y servicios los criterios y dispositivos que contribuyan al cuidado de los recursos naturales. Deseo de corazón que muchas otras parroquias puedan adoptar esta modalidad para extender con una pedagogía pastoral concreta, la propuesta de cuidar la Creación que nuestro Padre Dios nos encomendó».
Se informó que «por iniciativa de la concejala Emilia Molina, del bloque Frente Cambia Mendoza, fue solicitada la declaración de interés departamental de la parroquia San Vicente Ferrer, de Godoy Cruz, como Ecoparroquia por su labor de reconversión ecológica, invitando a todos los templos del departamento a transformarse en ecoparroquias, trabajando mancomunadamente con la Municipalidad de Godoy Cruz a través del área que corresponda del Departamento Ejecutivo».
La declaración se basa en que «la parroquia San Vicente Ferrer, desde 2021, bajo la gestión del Padre Horacio Day, ha marcado la diferencia en aspectos ambientales, cambiando la luminaria de la iglesia a luces LED; incorporando mobiliario fabricado a partir de plásticos reciclados; colocando un contenedor de recepción de Botellas de Amor y Puntos Verdes en distintos sectores del edificio. También, se incorporó al programa de cálculo de la Huella de Carbono que lleva adelante la Dirección de Ambiente y Energía a fines de trabajar articuladamente con el municipio, y de esta manera continuar sumando acciones como es, prontamente, la colocación de paneles solares en el edificio».
Además, añadió la información, San Vicente Ferrer lleva adelante el grupo de “Ecología Integral”, con participación voluntaria de fieles encargados de «transmitir los conocimientos sobre cuidado del ambiente sobre la base de su culto a quienes están transitando por la catequesis, confirmación, grupos misioneros».
«El plan de acción de la Ecoparroquia San Vicente Ferrer sugiere la instrumentación de acciones necesarias para garantizar la sustentabilidad, con raíz en la Guía de Eco-Parroquias “Viviendo la Laudato si’”, que responde al llamado del papa Francisco al cuidado de la Casa Común», se explicó.
Por ejemplo, la gestión integral de residuos, la eficiencia energética y uso de energías renovables, la eficiencia y solidaridad hídrica, la movilidad sostenible, la soberanía alimentaria y la gobernanza climática. Las acciones se realizan con el apoyo de la Dirección de Ambiente y Energía de la Municipalidad de Godoy Cruz.
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