Acompaña a Luis Tarullo:
Sonaría irónico, ingenuo, hasta quizás irrisorio, si no fuera un tema gravísimo, que atraviesa tétricamente a toda la sociedad. Muchos parecen haberse enterado recién ahora del drama del narcotráfico y especialmente de la situación de Rosario y otras ciudades neurálgicas donde la droga y sus personeros se florean como amos y señores, dejando un reguero de sangre y muerte.
Un flamante informe de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) indica que la cocaína que procede de países tradicionalmente líderes en la materia como Bolivia y Perú se transporta cada vez más mediante la ruta del Cono Sur a través de Paraguay y la Hidrovía Paraná-Paraguay.
El trabajo explicita además que las bandas, generalmente procedentes de Brasil, usan aviones para cruzar la frontera y después barcos por el río hasta el Océano Atlántico.
Asimismo, hay información sobre Argentina que marca un descenso a largo plazo del uso de “mulas” que transportan droga en vuelos de pasajeros, ya que se registraron casos de grandes envíos en equipajes no acompañados.
Estos datos están incluidos en un informe que destaca como punto principal que la producción mundial de cocaína ha aumentado nuevamente en el último bienio, después de la desaceleración ocurrida en la etapa de la pandemia de coronavirus.
El Informe Mundial sobre la Cocaína 2023 especifica que “el cultivo de coca se disparó un 35% de 2020 a 2021, una cifra récord y el aumento interanual más pronunciado desde 2016”.
“El aumento se debe tanto a la expansión del cultivo de arbusto de coca como a las mejoras en el proceso de transformación de la hoja de coca en clorhidrato de cocaína”, informó la ONU.
También hay “un aumento similar de la demanda, y muchas regiones han registrado un incremento constante de los consumidores de cocaína en la última década”.
El mercado de la cocaína sigue concentrado en América y zonas de Europa, pero ahora también hay “un gran potencial de expansión” en África y Asia.
Asimismo, se destaca que “las interceptaciones de cargamentos de cocaína por parte de las fuerzas del orden de todo el mundo también han aumentado considerablemente, y las incautaciones alcanzaron la cifra récord de casi 2.000 toneladas en 2021”.
Ghada Waly, directora ejecutiva de la agencia de la ONU, dijo que el aumento de la oferta mundial de cocaína “debería ponernos a todos en alerta máxima». Añadió que «el potencial de expansión del mercado de cocaína en África y Asia es una realidad peligrosa. Insto a los gobiernos y a otras instancias a que examinen detenidamente las conclusiones del informe para determinar cómo se puede hacer frente a esta amenaza transnacional con respuestas transnacionales basadas en la sensibilización, la prevención y la cooperación internacional y regional».
La “pasta base” de la cocaína sigue siendo un elemento utilizado en Centroamérica y Sudamérica, con sus efectivos altamente nocivos.
También se indicó que “en Europa occidental y central los niveles de pureza y los precios se han armonizado con los de Estados Unidos, aunque la prevalencia del consumo de cocaína en aquellas regiones aún no ha alcanzado el nivel de ese país”.
Con respecto a la aparición de nuevos centros de tráfico de cocaína, se puntualiza que los países del sureste de Europa y África -especialmente los de África Occidental y Central- “se utilizan cada vez más como zonas clave de tránsito de la droga”.
Y puertos del Mar del Norte como Amberes, Rotterdam y Hamburgo “han eclipsado a los tradicionales puntos de entrada en España y Portugal de la cocaína que llega a Europa Occidental”.
“Los traficantes también están diversificando sus rutas en Centroamérica enviando cada vez más cocaína a Europa, además de a Norteamérica”, dijo la ONU.
También hay una variación en los perfiles de los narcos. Por ejemplo, se destaca que “la desmovilización de los combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que hasta entonces controlaban muchas de las regiones cocaleras del país, abrió el camino a otros actores locales, exguerrilleros de las FARC o incluso grupos extranjeros de México y Europa”.
Y aparecieron los «proveedores de servicios», o sea grupos especializados que “prestan sus servicios en todas las fases de la cadena de suministro a cambio de una comisión”.
El informe aclara que esos grupos foráneos no tratan de quedarse con el control territorial, sino que intentan que las líneas de suministro sean más eficientes. En definitiva, incentivan el cultivo y financian las fases de suministro.
Otro aspecto destacado por el trabajo es que “Colombia sigue dominando las rutas de tráfico América del Norte, donde la mayor parte de la cocaína es colombiana”. Pero dice que las rutas hacia Europa evolucionaron y por eso los puertos colombianos como punto de salida parecen disminuir. Los traficantes intensifican su derrotero por Centroamérica y otros países de Sudamérica.
Así, se resalta que “la cocaína procedente de Bolivia y Perú se transporta cada vez más a través de la ruta del Cono Sur a través de Paraguay y la hidrovía Paraná-Paraguay. Los grupos delictivos, a menudo procedentes de Brasil, utilizan aviones para cruzar la frontera y luego barcos por el río hasta el Atlántico”.
Otra sustancia mencionada es el “crack”, más potente y adictiva que la cocaína, que según el informe “sigue una tendencia al alza en varios países de Europa Occidental”, de acuerdo a datos de personas que buscan tratamiento por primera vez.
Aunque su consumo estaba documentado en el Reino Unido, ahora hay una mayor incidencia en países europeos como Bélgica, Francia y España. Allí, se dijo, hubo “aumentos abruptos en el número de consumidores que iniciaron tratamiento a partir de 2017 o 2018”. También Italia mostró un aumento paulatino, pero sin pausa.
En cuanto al traslado de la droga, se destaca que “el uso de servicios de paquetería y mensajería aumentó significativamente” durante la etapa de restricciones al transporte, especialmente los vuelos de pasajeros, en la pandemia.
Países de África Occidental aumentaron el contrabando de cocaína a Europa mediante correo, y desde Costa Rica se comprobó el tráfico de droga escondida en libros, imágenes religiosas y repuestos de vehículos hacia Asia, África y Europa.
Mientras, los datos de España y Argentina apuntan a un descenso a largo plazo del uso de «mulas» de droga en vuelos de pasajeros. Ambos países registraron casos de grandes envíos en equipajes no acompañados.
Nadie puede negar que la Argentina siempre es noticia. Hace apenas unos meses por un hecho que la puso en la cúspide del planeta, como fue la obtención del Mundial de Fútbol. Más recientemente, por pelear un Oscar en Hollywood. Ahora, por algo menos edificante y que, en lugar de virtud, celebración y orgullo, conlleva corrupción, muerte y vergüenza.
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