Las mujeres están bastante lejos de la igualdad con respecto al hombre, pese a los avances logrados especialmente en las últimas décadas. Ese desequilibrio suele observarse a diario sobre todo en los ámbitos laborales y en los consecuentes ingresos, pero también se registra en otras actividades menos conocidas de manera masiva.
En un mundo atribulado por conflictos en todas las latitudes, el año pasado las mujeres solo representaron el 16% de los negociadores en los procesos de paz que dirige la Organización de las Naciones Unidas (ONU), según reveló el titular del organismo, Antonio Guterres.
En el Consejo de Seguridad de la ONU, en un debate sobre las Mujeres, la Paz y la Seguridad, dijo que “demasiadas organizaciones de mujeres luchan por financiar su labor esencial, mientras el gasto militar se dispara”.
“Los conflictos arrecian. Aumentan las tensiones. Estallan golpes de Estado. El autoritarismo está en marcha. La amenaza nuclear se ha disparado. El caos climático agrava los problemas de seguridad”, sostuvo Guterres, añadiendo que “un 50% más de mujeres y niñas viven en países amenazados por los combates en comparación con 2017”.
Detalló que de los 18 acuerdos de paz alcanzados el año pasado sólo uno fue firmado o presenciado por una representante de un grupo u organización de mujeres.
Añadió que “a pesar de nuestros mejores esfuerzos, las mujeres sólo representaron el 16% de los negociadores o delegados en los procesos de paz dirigidos, o codirigidos, por las Naciones Unidas”.
Y precisó que al menos siete mujeres que informaron al Consejo en 2022 denunciaron haber sufrido represalias por haberlo hecho.
“Vivimos en un mundo dominado por los hombres con una cultura dominada por los hombres. Siglos de patriarcado son un enorme obstáculo para la igualdad de género y, a su vez, para una cultura de paz”, alertó el funcionario. Y volvió a advertir la demora en lograr una equidad.
Según informó la ONU, dijo Guterres que se tardaría al menos «medio siglo» en lograr la representación equitativa de mujeres en los parlamentos nacionales.
Por ello pidió a los gobiernos que apoyan la mediación de conflictos que establezcan «objetivos ambiciosos» para las mujeres en los equipos de negociación.
Más precisamente reclamó que los gobiernos que proporcionan Ayuda Oficial al Desarrollo destinen 15% de los fondos para labores de mediación a apoyar la participación de las mujeres y 1% a apoyar las organizaciones de mujeres que se movilizan por la paz.
Guterres dijo que “fui primer ministro (de Portugal) y líder de un partido político (Socialista). Sé que las cuotas, los objetivos y los incentivos funcionan” y añadió que «necesitamos una legislación sólida y exhaustiva para hacer frente a la violencia contra las mujeres, tanto dentro como fuera de la red, y poner fin a la impunidad de los agresores”.
Luego, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, presentó el informe sobre las Mujeres, la Paz y la Seguridad y, en sintonía con lo dicho por Guterres, precisó que la representación de las mujeres «solo alcanzó el 16% en los cinco procesos de negociación dirigidos o codirigidos por las Naciones Unidas en 2022, en comparación con el 19% en 2021 y el 23% en 2020», dijo la ONU.
“En los procesos de paz dirigidos por Estados miembros u otras organizaciones las mujeres estaban prácticamente ausentes. Esto incluye Etiopía, Kosovo, Sudán, Myanmar y Libia”, explicó.
Bahous destacó que hubo una excepción, Colombia, donde las mujeres casi alcanzaron la paridad en las negociaciones.
La ONU señaló que la directora advirtió que, a 23 años de la aprobación de la resolución al respecto (el documento 1325), es «preocupante que siga faltando de una rendición de cuentas plena, transparente y pública de la representación de las mujeres en las conversaciones de paz».
Y solo «una tercera parte de los 18 acuerdos de paz que se negociaron en 2022 contenían disposiciones sobre mujeres e igualdad de género». Bahous resaltó los «ejemplos positivos sobre la participación de las mujeres en los procesos de negociación a nivel local, incluyendo negociaciones a través de líneas de combate para garantizar acceso de agua y ayuda humanitaria».
Asimismo, su intervención en acciones donde lograron «la liberación de prisioneros políticos, resolvieron conflictos tribales, mediaron en altos el fuego y detuvieron violaciones contra los civiles».
“Estos ejemplos se tienen que repetir a nivel nacional también”, declaró Bahous.
Pero también advirtió que en los países afectados por conflictos «únicamente el 23% de los parlamentarios y el 20% de los ministros son mujeres, lo que está por debajo de la media mundial», precisó la información de Naciones Unidas.
“Esto no es una coincidencia. Podemos aumentar estas cifras con cuotas y abordando la violencia política contra las mujeres y el discurso de odio”, dijo Bahous.
La funcionaria exhortó a los países que intervienen en los procesos de negociación a tomar medidas como «adoptar objetivos ambiciosos para la participación de las mujeres en los equipos de negociación; designar mujeres como mediadoras principales, haciendo que la paridad sea una norma en todos los equipos de mediación; asignar el 15% de apoyo a la mediación para la participación de las mujeres; informar públicamente el número de mujeres que participan en los procesos de paz y garantizar que la igualdad de género y los derechos de las mujeres son pieza fundamental de los acuerdos de paz».
Objetivos ambiciosos, dijo la directiva. Sucede que los objetivos, los deseos, no siempre condicen con los intereses y, en definitiva, con lo que se consigue en realidad. Por ello, lamentablemente, y pese a sus luchas, sus sacrificios y el apoyo de muchos hombres, las mujeres siguen esperando esa igualdad en todos los planos de la vida.
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