Treinta años de impunidad no suelen cumplirse en todos lados. Lamentablemente uno de los lugares donde se produce semejante récord es la República Argentina.
Los 30 años de injusticia están vinculados con el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), demolida por un coche bomba en un ataque que, según los tribunales que lo investigaron, fue responsabilidad de la organización proiraní Hezbollah.
Pero en rigor la impunidad tiene 32 años, ya que esa masacre, en la que murieron 85 personas en pleno Buenos Aires, estuvo precedida por un hecho similar, en 1992, que derrumbó la embajada de Israel y mató a 29 personas.
La ceremonia de conmemoración de las tres décadas del atentado a la AMIA contó, después de un lustro, con la presencia de un Presidente de la Nación, en este caso Javier Milei, absolutamente identificado con Israel.
Inteligente decisión política de Milei, además de correcta por su rol institucional, aunque en la víspera tamaño alineamiento con el Estado judío valió una alarmante advertencia de Irán sobre una posible venganza.
El fantasma de un tercer atentado entonces vuelve a sobrevolar el cielo nacional, habida cuenta además de la globalización del terrorismo en sus más variadas formas.
Así fue que la sede de la AMIA y sus adyacencias se convirtieron como casi nunca en una fortaleza donde se pudieron ver calles cortadas, centenares de policías desparramados por todos lados, expertos en explosivos con perros que olfateaban hasta los árboles y agentes de inteligencia camuflados en las variantes más insólitas.
Nada pasó, porque sabido es que el terrorismo, desde siempre, jamás avisa cuando va a hacer sentir su mano letal, pero justamente por eso hay que estar alerta aún mucho después de sus mensajes.
El acto por el 30° aniversario del atentado a la mutual judía transcurrió por los carriles previsibles, con los discursos recordatorios y las reclamaciones de justicia, incluidos algunos reproches aislados a la grey política.
Una de las principales oradoras fue la actriz Stefi Roitman -nuera del famoso cantante Ricky Montaner- quien aseveró que “en este lugar hace 30 años asesinaron a nuestros padres y madres y desde ese momento no podemos disfrutar del ejemplo de vida que nos daban día tras día”.
“En este lugar hace 30 años nos arrancaron a nuestros esposos y esposas, hermanos y hermanas y desde ese momento nos falta la compañía con quien compartir nuestras charlas”, afirmó desde el escenario montado en el lugar donde hace tres décadas había escombros y cadáveres.
“En este mismo instante, hace 30 años, mataron a nuestros hijos e hijas y desde ese momento no podemos disfrutar de su crecimiento, de hacerse mayores, personas de bien y colaborando por un mundo mejor”, añadió emotiva la mujer que nació el mismo día en que se produjo el atentado.
En tanto, el presidente de la AMIA, Amos Linetzky, advirtió que “pedimos al nuevo Gobierno que la causa AMIA sea una verdadera cuestión de Estado».
“Parece mentira que hayan pasado 30 años desde aquella fría mañana del 18 de julio de 1994. Treinta años sin una sola persona respondiendo por este ataque, 30 años en los que el Estado argentino ha mirado para otro lado, colmado de falencias, demoras y errores, tal como fuera remarcado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos», enfatizó el dirigente comunitario.
Jerarcas del gobierno de Irán tienen pedidos de captura internacional y sobre ellos pesan alertas rojas de Interpol, lo que se traduce en una orden de arresto apenas salgan de las fronteras de su país.
Pero permanentemente viajan en misiones oficiales a otras naciones y jamás han sido detenidos. En los círculos internacionales se considera que “juegan en las grandes ligas” y hay fuertes intereses geopolíticos –incluidos los económicos, por supuesto- que evitan su arresto.
Tanto es así que en los circuitos locales hay escepticismo sobre ello, por lo que hay conformismo con el “juicio en ausencia”, para lo cual se promueve un proyecto en estos tiempos.
Lo cual, sin ningún tipo de ambages, contribuye, más allá de cualquier buena intención, con el récord de la impunidad.
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