Elecciones en Estados Unidos: Lo que dejó la Convención Demócrata-Por Gustavo Schaposnik-

La grieta de un país que se mira hacia adentro.

Luego que en el debate presidencial del país del norte quedara más expuesto que por su falta de agudeza, despiste y deterioro cognitivo Joe Biden no estaba en condiciones de ser el candidato presidencial, en el Partido Demócrata llegaron a la conclusión de que una interna a tan poco de los comicios generales no sería conveniente. En lo legal implicaba comenzar una nueva recaudación de fondos para la campaña y en lo pragmático generaría un elevado desgaste para el candidato vencedor, al punto de llegar muy debilitado a la elección final.

Así las cosas, Kamala Harris, adelantó los pasos habituales y tuvo el ascenso a la candidatura presidencial más veloz del que se tenga registro. El resultado en las encuestas pronto se hizo notar, en sondeos publicados en The New York Times en agosto aventaja a Trump 50% a 46% en los estados clave de Wisconsin, Pennsylvania y Michigan, mientras que una encuesta publicada por ABC News mostró un crecimiento de la aprobación de la candidata del 35% al 43% desde el retiro de Biden. Sin embargo, hay que recordar que si bien el voto popular puede ser un elemento significativo no es determinante, ya que el acceso a la Casa Blanca lo obtiene quien resulta vencedor en el Colegio Electoral. Donald Trump, sin ir más lejos, obtuvo menos votos que Hilary en 2016 y fue electo de todos modos.

Antes de erigirse Harris, el panorama se veía muy nublado para el oficialismo. Donald Trump, venía de enfrentar un atentado contra su vida, donde un leve movimiento le evitó que su cabeza sea impactada de lleno por una bala. El Servicio de Seguridad lo retiró del lugar, no sin antes permitirle arengar a sus seguidores, lo que le valió una foto con la bandera estadounidense como telón y su oreja ensangrentada en primer plano. Se esperaba que este hecho, a todas luces repudiable, fidelizara mucho más a su electorado y pudiera atraer empatía de entre quienes aún no se habían decidido.

El ascenso de Kamala cambió las cosas, aunque para ello hubo que olvidar algunos furcios de su parte y problemas respecto de su gestión con la cuestión migratoria. La inclusión de su candidato a vicepresidente Tim Walz, gobernador de Minnesota, en la reciente Convención Nacional Demócrata celebrada en Chicago, le permite ampliar posibilidades hacia el electorado del centro del país. La nacida en California genera así un aura de esperanza entre quienes temen al empresario en un país que presenta serios niveles de conflictividad social. Para los demócratas, Trump no es un simple adversario, sino un candidato que viene a minar la democracia desde adentro. Por su parte,este, algo descolocado ante la nueva rival, comete fiel a su estilo algunos improperios, como por ejemplo el que tuvo lugar en un evento en la Asociación Nacional de Periodistas Negros en Chicago, donde en referencia a la actual vicepresidente, hija de una madre india y un padre jamaicano afirmó: “Fue india de principio a fin, hasta que dio un giro y se volvió negra”. 

A la izquierda del Partido Demócrata, el movimiento woke y otras corrientes progresistas amenazan con hacer tambalear la línea tradicional del partido encarnada por la figura del actual presidente. Como señala el analista español Florentino Portero, la pandemia de Covid permitió situarlo a la cabeza de las candidaturas en las primarias de 2020, cosa que hubiera sido difícil en otras circunstancias, y es por este motivo que a pesar de su edad y sus desvaríos, se intentó hasta último momento sostener a Biden como candidato en esta nueva elección. Por el lado de los republicanos el partido ha sido cooptado por el mega empresario, que ya ha dado muestras de no ser muy afín a las instituciones, superó con su candidatura a políticos tradicionales como Ron DeSantis, gobernador de Florida o la preparada Nikki Haley, ex embajadora de los Estados Unidos en Naciones Unidas.

En lo que respecta a la política exterior, ya desde la administración Obama, los ciudadanos norteamericanos no han estado dispuestos a sostener guerras con sus impuestos y se ha perdido el interés por ocupar espacios en la escena global, la retirada de Afganistán por parte del gobierno de Biden ha permitido el avance talibán y el crecimiento del extremismo. Rusia ha aprovechado esto para avanzar en su alianza estratégica con Siria y con Irán, en el Medio Oriente. Además, luego de invadir Georgia y Crimea, ha desplazado sus tropas sobre Ucrania en Europa del Este y ha incrementado su dependencia económica con China. Trump ha dado una batalla discursiva en este sentido, señalando la peligrosidad de Irán y cuestionando el acuerdo nuclear que realizara Obama bajo su mandato. A pesar de ello, durante su presidencia sólo ha intervenido militarmente en operaciones concretas y casos específicos, como la eliminación del General iraní Qasem Soleimani en 2020, ha impulsado además los Acuerdos de Abraham, donde Emiratos Árabes Unidos, Sudán, Marruecos y Bahrein reconocieron y normalizaron sus relaciones con Israel, como punto a destacar de su política exterior, aunque aceptando el status quo de la cuestión palestina.

En la Convención, Kamala se ha pronunciado al respecto, en una declaración que no parece más que un cúmulo de buenas intenciones de campaña, sin explicar de que manera logrará sus metas ni qué diferencias habría en su gestión respecto de la cordial pero tensa relación entre Netanyahu y Biden, afirmó: “El presidente Biden y yo estamos trabajando para poner fin a esta guerra de modo que Israel esté seguro, los rehenes sean liberados, el sufrimiento en Gaza termine y el pueblo palestino pueda hacer realidad su derecho a la dignidad, la seguridad, la libertad y la autodeterminación”. Respecto de Ucrania, Kamala seguiría apoyando la defensa de ese país para conseguir la unidad territorial y no ceder ante la presión de Putin, por el lado de Trump, en cambio, se teme que haga las paces con el presidente ruso, lo que implicaría la partición definitiva del territorio y la preocupación de Europa. Esto bajo la vaga esperanza de ayudar a cortar la dependencia con China del país eslavo.

Estados Unidos ya no es la potencia hegemónica que supo ser en la segunda mitad del Siglo XX, a pesar de ello los pronósticos que aseguraban su declive económico no se han cumplido, el país sigue teniendo una economía poderosa, no obstante ello, gran parte de su población reclama mayor y mejor empleo y seguridad social. Pero más allá de las cuestiones económicas, la sociedad atraviesa una fuerte crisis de identidad, el rol del país como guardián de la democracia liberal está en jaque porque los propios norteamericanos se encuentran en un proceso de introspección y de grieta interna profunda.

Si un faro de la vida moderna como lo es la sociedad norteamericana está en crisis, arrastra en esta confusión al resto de Occidente.

Se espera que podamos tener mayores certezas a medida que nos acerquemos al 5 de Noviembre. Mientras tanto cabe decir, que como viene sucediendo en buena parte de las democracias liberales, la elección parece estar marcada más por el rechazo al candidato rival que por la convicción depositada en el propio. En este sentido, si bien Trump ganó con facilidad su interna, pareciera ser un mal candidato para conquistar votantes por fuera de su núcleo duro, es Kamala quien tendría mayores posibilidades de atraer a un electorado más amplio. Sin embargo, la definición a través del Colegio Electoral puede alargar el suspenso.

Gustavo Schaposnik

La 5 Pata – Consumer Periodismo

Gustavo Schaposnik

Licenciado en Ciencia Política y en Relaciones Internacionales por la Universidad de Palermo, Magíster en Periodismo por la Universidad Torcuato Di Tella – La Nación. Ha escrito para la sección Política del diario La Nación y ha colaborado en diversos medios digitales sobre temas de Medio Oriente. Ha cumplido labores en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ha sido parte del Programa de Diplomacia Pública del Congreso Judío Latinoamericano (2020). Además ha escrito algunos cuentos de ficción.

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Autor entrada: Carlos Alberto Hourmilougue

Periodista. Especializado en Política. Economía Política. Programa Radial La Quinta Pata, con 20 años ininterrumpidos al aire. Trabajó en Multimedios América y CVN, acreditado en diferentes especialidades, política, judiciales, economía, sindicalismo, coberturas provinciales e internacionales durante diferentes crisis sociales. Resume unas 17 mil entrevistas. Actualmente sus columnas son leídas por unas 15 mil personas por semana.

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